Una vida de Ejemplo

“Las enseñanzas que te he dado son un buen ejemplo de lo que debes hacer. No dejes de confiar en Dios y en el amor que tenemos por estar unidos a Jesucristo” 2 Timoteo 1:13

El apóstol Pablo, le escribió a su hijo-discípulo Timoteo, diciéndole que las enseñanzas que le ha dado son un buen ejemplo para él, más allá de resaltar lo que Timoteo aprendió, quiero destacar lo que es vivir o ser una persona de buen ejemplo.

Una persona de buen ejemplo, es aquella que con su conducta, su forma de hablar e incluso su forma de pensar, es digna de ser considerada como un referente al momento de que otros quieran seguir y hacer la voluntad de Dios Padre.
Es por ello que el apóstol sabia quién era el, este hombre tenía identidad en Cristo, cuando se atrevió a decir: "sean imitadores de mí."

Ahora bien, no pretendo tapar el sol con un dedo, si bien es cierto que hay personas de buen ejemplo, también hay personas de mal ejemplo.

Lamentablemente un nuevo creyente, siempre se fija en las personas de mal ejemplo, siempre para usar esos detalles como excusa para alejarse de Dios, pero eso es otro punto, debemos saber que no es la persona que busca los malos ejemplos, sino la influencia que está en ella, por tal motivo, debemos esforzarnos al máximo en ser una persona de buen ejemplo para todos los que me rodean y debo saber que solo así, doy a conocer el verdadero evangelio de Jesús.

“Todos pueden ver claramente el bien que Cristo ha hecho en la vida de ustedes. Para que la gente hable bien de nosotros, sólo tiene que fijarse en ustedes. Porque ustedes son como una carta que habla en favor nuestro. Cristo mismo la escribió en nuestro corazón, para que nosotros la presentemos. No la escribió en piedra, ni con tinta, sino que la escribió con el Espíritu del Dios vivo. Y esa carta está a la vista de todos los que la quieran leer.” 2 Corintios 3:2-3

Existen unas características que te hacen ser una persona de buen ejemplo:

1. Eres una persona procesada por Dios.
2. Tienes identidad en Cristo.
3. Nadie te puede acusar de nada.
4. Inspiras confianza a los demás.
5. Dios te da de su poder para amar a los demás.
6. Estas dispuesto a sufrir las consecuencias por anunciar el evangelio.
7. Tienes la garantía de ser salvo y de formar parte del pueblo santo.
8. Sin darte cuenta enseñas a los demás.
9. Te conviertes en un líder natural.

Que Elohim te Bendiga...