La Soberbia

“Jesús se levantó y ordenó al viento y al mar que se calmaran. Enseguida el viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo.” Marcos 4:39.

La soberbia de un hombre se puede comparar al mar, el mar durante una tormenta destruye todo a su paso, las olas pueden ser gigantescas, pueden llegar a hundir los barcos más grandes, nadie se atreve a navegar cuando el mar esta embravecido, algo similar es el hombre soberbio con sus acciones y palabras pueden destruir a quien lo rodea, puede ser capaz de destruir a las personas por darle rienda suelta a su desenfrenado temperamento, la palabra de Dios dice que al altivo, Él lo mira desde lejos.

Cuando Jesús iba en la barca durmiendo, sus discípulos lo despertaron asustados porque el mar estaba embravecido, pensaron que iban a morir a causa de la tormenta, estaba manifestándose la soberbia del mar, pero que grandioso es Dios que solo lo reprendió y el mar le obedeció, tuvo que tragarse su orgullo ante la orden que le dio Jesús, puede tener mucha soberbia, pero tiene que obedecer la voz de Dios, aún el mar debe respetar los límites establecidos por el Rey de reyes y Señor de señores.

Ahora bien, si el mar que no razona que solo quiere destruir todo a su paso obedece a Dios, cuanto más debemos hacerlo nosotros que somos creación exclusiva suya. Amado hermano, recibe esta palabra en tu espíritu si deseas agradar a Dios, deja que sea la voz de Dios quien le ordene a esa soberbia y a ese orgullo que enmudezca, esfuérzate y se valiente, obedece a Dios deja que Él hable por ti, aprende que si el mar obedece tú también puedes hacerlo y veras la Gloria de Dios.

Que el Eterno les bendiga...

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